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LOS SIGNOS DE LOS TIEMPOS Y LOS SUEÑOS NOS HABLAN DE DIOS
Un sueño que me abrió el camino para seguir a Jesús.
¿QUÉ SONÉ? TE LO CONTARÉ:
Dormía cobijada en la presencia de mi Dios como me enseño mi madre; de repente interrumpí mi dormida y comencé a soñar, a contemplar la obra majestuosa de Dios: el cielo azul tachonado de infinidad de estrellas y visos que semejaban una procesión de seres imposibles de definir; de inmediato después de recrearme en tan excelente belleza cayó sobre mis pies una estrella, me agache, la observé y ¡Oh sorpresa! Era un velo que de inmediato coloque sobre mi cabeza y me cubría hasta los pies, muy interesante su belleza y su blancura.
¡Impresionante sueño!... vi la necesidad de consultarlo a una persona de experiencia espiritual y presencia viva de mi Dios en su vida. Me dijo después de escucharme: por medio de un sueño el Señor te muestra el velo que te tiene preparado para que le sigas.
La respuesta no se hizo esperar, muy rápido me llamo el Señor: “dejarlo todo” no ya en sueño sino en una realidad.
Hoy doy gracias a mi Dios por mostrarme este camino y ubicarme de verdad entre sus elegidos porque él es el que llama.
El mensaje que hoy te puedo dar. “Escuchen d el llamado, abran el corazón y mírenlo con los ojos de Dios Padre, síganle que Él les hará libres y les cubrirá con su manto de amor, de ternura y misericordia.
Hna. Carmen Edith Navarro de la Ossa.
Hija de la Misericordia.
54 años Consagrada a Dios al servicio de los hermanos
