LOS VOTOS, LA TRIADA DE LA CRISTIFICACIÓN
CRISTIFICARSE, tarea fundamental de los discípulos de Cristo, es compenetrarse de Él, como el hierro en la fragua, tornarse en fuego crepitante y comunicar su luz y calor, dejar traslucir su modo de vivir, sentir y actuar. Asumir su proyecto programático: las Bienaventuranzas y sus Consejos Evangélicos en un modo de ser, estar, relacionarse y servir: Hijitas "Cristifíquense por el amor apasionado a los tres Votos: pobreza, castidad y obediencia
La transformación en otro Cristo por medio de estos Consejos Evangélicos de pobreza, castidad y obediencia, “no pertenecen sólo a la Vida Consagrada, son el sueño de Dios y la espera del pueblo”. “Toda la humanidad quiere vivir relaciones interpersonales y comunitarias no violentas, es decir, castas. Quiere vivir situaciones de justicia, porque ya no sabe cómo sobrevivir, y desea que todo el mundo haga voto de justicia dentro de esta realidad. Sueña poder ser partícipe de la construcción de la historia y poder obedecer de verdad para ser protagonista en el forjar la vida. Los votos son para soñar con Dios y con el pueblo.” Cf. Soñando los Votos, Antonieta Potente y Giselle Gómez. “Nuestros votos anuncian lo absoluto de Dios en nuestras vidas... hacen presente ya en la tierra un estilo de vida que mantiene viva la esperanza del Reino y que es signo de que este ha comenzado ya”
Los votos son signos proféticos, de un modo especial, cuando los vive una comunidad que sueña con vivir contracorriente a la sociedad de consumo.
VOTO DE POBREZA: Por él se elige la riqueza de los bienes eternos y trascendentes y se renuncia a los bienes particulares y se crucifican las comodidades, este testimonio grita al mundo que es posible vivir en la libertad de los hijos de Dios, en paz con la naturaleza, los hermanos y la casa común y vivir sobriamente en justicia, equidad y solidaridad, vivir una ética de lo necesario y una profecía que grite -que los bienes de la Tierra son para la vida y no para la muerte.
VOTO DE CASTIDAD: Por él se elige la riqueza del amor generativo de vida, la -FRATERNIDAD-, se crucifica la carne, el egoísmo y el amor posesivo para La castidad es amor generativo de vida. En esta perspectiva “el sueño de vivir amores castos pertenece a la humanidad. Relaciones donde la dignidad florece, donde las identidades permanecen al intercambiar el amor. Relaciones, no posesivas, no manipuladoras; donde se cultiva la vida y la dignidad.” Nuestra castidad implica orientar nuestras energías afectivas y generativas a todos esos hombres, mujeres, niños, jóvenes, ancianos, grupos humanos que ansían esas relaciones nuevas.
VOTO DE OBEDIENCIA: