Comunidad de vida con la FAMILIA MAB
La comunión que los consagrados y consagradas están llamados a vivir va más allá de la familia religiosa o del propio Instituto. Abriéndose a la comunión con los otros Institutos y las otras formas de consagración, pueden fortalecer la comunión, descubrir las raíces comunes evangélicas y juntos acoger con mayor claridad la belleza de la propia identidad en la variedad carismática, como sarmientos de la única vid.
Deberían competir en la estima mutua (cf. Rm 12, 10) para alcanzar el carisma mejor, la caridad (cf. 1Co 12, 31). (Carta a los consagrados, Caminar desde cristo: # 30)
En el documento de vida consagrada No. 52 nos propone la “Comunión entre los diversos Institutos”. El sentido eclesial de comunión alimenta y sustenta también la fraterna relación espiritual y la mutua colaboración entre los diversos Institutos de vida consagrada y Sociedades de vida apostólica. Personas que están unidas entre sí por el compromiso común del seguimiento de Cristo y animadas por el mismo Espíritu, no pueden dejar de hacer visible, como ramas de una única Vid, la plenitud del Evangelio del amor.
Permaneciendo siempre fieles a su propio carisma, pero teniendo presente la amistad espiritual que frecuentemente ha unido en la tierra diversos fundadores y fundadoras, estas personas están llamadas a manifestar una fraternidad ejemplar, que sirva de estímulo a los otros componentes eclesiales en el compromiso cotidiano de dar testimonio del Evangelio.
Todos tenemos necesidad los unos de los otros: el bien espiritual que yo no poseo, lo recibo de los otros. Y todas nuestras diversidades, que manifiestan la riqueza de los dones de Dios, subsistirán en la unidad, tanto aquí como allá, consiste en una misma caridad»
Se invita pues a los Institutos a reproducir con valor la audacia, la creatividad y la santidad de sus fundadores y fundadoras como respuesta a los signos de los tiempos que surgen en el mundo de hoy. Esta invitación es sobre todo una llamada a perseverar en el camino de santidad a través de las dificultades materiales y espirituales que marcan la vida cotidiana.
La Familia MAB, es el sueño de una estrella hecha realidad, que simboliza la integración, la comunión e intimidad espiritual y misionera del Fundador. Son muchas las referencias, fruto de meditaciones, de ansias evangelizadoras para salvar almas que encontramos en sus escritos especialmente en su Diario, donde resalta la necesidad de una estrella reluciente en sus cinco rayos, para iluminar con mayor plenitud el anuncio del Evangelio “hasta que se salve el último mortal”.
Y el Fundador nos propone “Ser una sola cosa con Jesús… con un mismo corazón y una misma alma… así unidos a El, como la Vid a los Sarmientos, participamos de su misma naturaleza y nos entregamos a Cristo, injertados a El, compenetrados con El, por el fuego misterioso del amor, formando todos y cada uno con Jesús un solo y mismo corazón, una sola y misma alma… nuestra vida es su vida, nuestras obras son las suyas… somos el complemento del Cristo tota”. (M.T.E. 15 – 18).
Por tanto nos esforzamos y optamos mantener relaciones armoniosas, fraternas, ya que disfrutamos de la misma naturaleza, del mismo espiritu, de la misma fuente carismática para el servicio de una misma Iglesia y un mismo Reino. Que el sueño del Fundador, sea la integración y comunión de sus Institutos, así serán más abundantes los frutos y la estrella brillará con más luz porque somos el complemento del Cristo total y en fidelidad y comunión proyectamos la vida, la espiritualidad y el carisma fundacional como verdadera FAMILIA MAB.
ORIGEN DE LA FAMILIA MAB
“INTEGRACIÓN” DE INSTITUTOS MIGUEL ANGEL BUILES
En Yarumal el día 1º. de julio 1977 se encontraron los tres Institutos, el primer día de la Fraternidad MAB, según el programa de celebración de los 50 años de fundación de los Misioneros de Yarumal. Junto con la Madre Susana María de León, Misionera Teresita y los tres superiores Generales: Padre Antonio Bayter Abud mxy, Madre María Lilia Aristizábal, Misionera Teresita y Madre Isaí Peñaranda Yáñez, de las Hijas de la Misericordia, quienes acogieron creativamente la propuesta.
En otro relato titulado “INTEGRACION”, se describe: No es por esnobismo que titulamos, ESTE PROYECTO de “INTEGRACION”, es un reto de intenso contenido evangélico. Cristo hizo una oración especial por la “integración”, “Que sean uno” y puso un molde más allá de toda medida conceptual y humana, porque es medida de fe: “Como Tú, Padre y Yo somos una sola cosa”. Juan, 17, 20-22.
Se puso en marcha el proyecto y fue así como se constituyó la integración M.A.B según documento firmado el 29 de septiembre de 1977 por el Padre Antonio Bayter Abud, Madre María Lilia Aristizábal Pineda y Madre Isaí Peñaranda Yánez, Superiores Generales de ese entonces. Se creó la “Fundación M.A.B” como entidad que canaliza en parte las acciones de integración de los Institutos, orientando sus fines a la promoción humana, evangelización y fomento del desarrollo social en las clases marginadas
La Integración se extiende a otros lugares con encuentros regionales significativos. Se fortalece la espiritualidad, la fraternidad y la misión. “La Fundación MAB”, trabaja satisfactoriamente y se va consolidando con diversidad de proyectos, según las necesidades y los Estatutos que se van renovando.
Se dinamiza la Integración de la Familia MAB, mediante la organización de comisiones permanentes que trabajan por la integración coordinando actividades de acercamiento y complementación según el espíritu de Monseñor Builes; impulsando el conocimiento de su personalidad y espiritualidad misionera.
INTEGRAN LA FAMILIA MAB:
DIOCESIS DE SANTA ROSA DE OSOS, CREADA EN JUNIO DE 1917
MISIONEROS JAVERIANOS DE YARUMAL FUNDADOS EL 3 DE JULIO DE 1927
MISIONERAS DE SANTA TERESITA DEL NIÑO JESUS, FUNDADAS EL 11 DE ABRIL DE 1929
HIJAS DE NUESTRA SEÑORA DE LAS MISERICORDIAS, FUNDADAS EL 11 DE OCTUBRE DE 1951
Nacen de los Misioneros Javerianos y de las Misioneras de Santa Teresita otras familias religiosas para seguir de alguna forma vinculados a la Espiritualidad de Monseñor Miguel Ángel Builes:
MISIONEROS JAVERIANOS CONTEMPLATIVOS AD GENTES, 12 de abril de 1986
TERESITAS CONTEMPLATIVAS DEL SANTISIMO SACRAMENTO, 2 DE JUNIO DE 1989
AUXILIADORAS DE CRISTO SACERDOTE,
FUNDADAS EL 2 DE FEBERO DE 1986
Esta gran familia busca la fraternidad desde el legado espiritual de Mons. Builes, el misionero, el apóstol, el fundador que sintió en su corazón el deseo de salvar almas y sabía que toda su vida no era suficiente para llevar el evangelio a tantos corazones sedientos de Dios por eso decide fundar una fábrica de misioneros y más delante de misioneras, hombre s y mujeres al servicio del Reino que desgasten su vida con tal que se salve hasta el último mortal, como él mismo lo expresó en sus escritos.
“EN ESTO RECONOCERAN QUE SON MIS DISCIPULOS,
EN QUE SE AMAN LOS UNOS A LOS OTROS” Juan 13,35
ORACIÓN DEL FUNDADOR POR LA INTEGRACIÓN DE SUS INSTITUTOS
A mi Madrecita del cielo
Madrecita querida, aquí de rodillas, con mis manos puestas en tus rodillas y con mi cabeza envejecida ya y pecadora inclinada en tu regazo te renuevo mi ofrenda:
Tuya mi inteligencia, Madre mía
Tuya mi voluntad, tuyo mi corazón,
Tuyos mis oídos, mis labios, mi lengua, mis manos y mis pies
Tuyo mi haber y mi poseer,
Tuyo mi pasado, tuyo el instante en que te hago mi ofrenda,
Tuyo mi ya escaso futuro,
Tuya mi estrella, sí, tuya toda, con sus cinco rayos, Madre linda;
Tú me la diste, a Ti la devuelvo.
Tuya mi Diócesis con su clero y fieles y sus empresas por tu gloria,
Tuyo mi Seminario de Misiones, segundo rayo de mi estrella;
Tuyas tus Teresitas activas, tercer rayo;
Tuyas tus Contemplativas, cuarto rayo;
Tuyas en fin, las hijitas de la Misericordia, último rayo de mi estrella.
Todo en tu regazo Madrecita querida y llévame contigo
a mi Jesús y por El al Padre a quien sea dada la Gloria
con mi pobre vida y mi muerte y mi eternidad.
Amén.
(Mi Diario, enero 15 de 1953)
GRACIAS AMADO MIO
Gracias amado mío por el año nuevo que nos das:
Bendice a tu siervo. Bendice mi clero
Bendice mi Seminario de Misiones. Bendice mis misioneras
Bendice mi pueblo: A tantos los entro por las puertas de tu amante corazón:
Tuyos son mis pensamientos. Tuyas mis palabras. Tuyas mis acciones.
Tuyo mi cuerpo. Tuya mi alma. Te ofrezco mi vida y la de los míos
Mis misioneros y misioneritas,
Recíbelos Jesús por medio de María! (Mi Diario enero 1 de 1934)