ELEMENTOS QUE AYUDAN A LA ORACIÓN DE LOS SALMOS:
- Títulos: Dan el sentido e importancia del Salmo para la vida del creyente y fomentan la oración a la luz de la Revelación.
- Las sentencias: Son bíblicas (NT) o Patrióticas (de los padres de la Iglesia) para invitarnos a orar en sentido cristológico. En tiempo ordinario se puede usar en lugar de las Antífonas.
- Oraciones y moniciones sálmicas o salmódicas: Están destinadas a ayudar a interpretar los Salmos en sentido cristiano. Aterrizan el Salmo a nuestra situación actual.
- Las Antífonas: Ilustran el género literario del Salmo y hacen leer una oración personal, resaltan algo importante de él y le confieren un matiz especial. Cuando se unen las dos partes de un Salmo, se utiliza la primera Antífona. “Aunque no es recomendable unir las dos o tres partes, sino proclamarlo como está establecido”.
MODO DE SALMODIAR:
- Salmos cantados o rezados (recitados)
- Al unísono (una sola voz, preferentemente los más pequeños)
- Cada uno una estrofa (donde todos puedan participar)
- Alternado, a dos coros o parte de la asamblea: Ministros y Asamblea, Solista y Asamblea, por sesiones de bancas o de sillas)
- En forma responsorial, (Al estilo de la Asamblea Eucarística)
- Proclamado por uno o varios salmistas o solistas.
- Se recita el Salmo y después de un breve silencio se destacan frases más significativas en voz alta, por algunos de la
- En forma litánica, respondiendo con una primera parte o la segunda del cántico o del Salmo
Nota: Los Salmos no deben meditarse en silencio sin proclamarse, pues dejarían de ser oración comunitaria pues la liturgia es de carácter comunitario.
RECOMENDACIONES DE ORDEN PRÁCTICO:
- Respetar las diversas horas y estar de acuerdo con el espíritu del Oficio Divino
- Al iniciar se dice: “Dios mío ven en mi auxilio” y no, en nuestro auxilio, “Señor date prisa en socorrerme” y no en socorrernos, porque se trata de una invocación personal, que nos dispone a entrar en una acción comunitaria.
- El Oficio no se reza en femenino porque es de oración de carácter eclesial
- El Himno no puede ser un Salmo porque la estructura ya está dada en forma progresiva y el número de los tres es simbólico: Es el número del énfasis, de la insistencia. Debe ser el que corresponda al servicio de la Hora, del tiempo o la fiesta. Que no sean canciones populares sin valor artístico. Evitar al máximo el uso de CDs, USB o audios.
- El Gloria al Padre… nunca se suprime al final del Salmo, sólo en el cántico de Daniel, por estar ya incluído.
- En Laudes, la lectura breve es del Antiguo Testamento, en las vísperas siempre tiene que ser del N.T. no debe cambiarse. (Al terminar la lectura breve no se dice Palabra de Dios, el responsorio breve lo suple)
- El Evangelio está reservado para la Eucaristía, no debe hacerse como lectura breve de Laudes, Hora intermedia o Vísperas.
- El Cántico Evangélico en Laudes, vísperas y completas (en comunidad) se entona de pie, se hace con signación al iniciar por dignidad y solemnidad.
- La Oración en la mañana se inicia con la expresión “Señor abre mis labios” luego hace el invitatorio, debe evitarse toda clase de comentarios entre el salmo introductorio y el himno. Las devociones privadas pueden hacerse al finalizar las laudes (Ángelus, oraciones propias de la comunidad).
- No suprimir los salmos ni reemplazar por cantos, comentarios o salmos que no son bíblicos
- No se cambie el rezo de laudes o vísperas por celebraciones de la Palabra o Marianas.
- Las preces contemplan tres posibilidades de respuesta: - la que aparece insinuada como respuesta si el que preside la anuncia, - la segunda parte de cada una de las preces, - puede hacerse pausa de silencio después de cada una.
- En Laudes puede agregarse preces de invocación que conserven el estilo que trae y en Vísperas de intercesión. No desentonamos diciendo por ejemplo: yo… te pido por… para que.
- No se dice “oremos” en donde está escrito “oración”, porque la invitación a orar ya se dio en el encabezado de las preces. Solo se dice “oremos, en la hora intermedia y en completas.
- La conclusión en Laudes y Vísperas es larga, en horas intermedia y completas, breve.
- La nota biográfica que aparece antes de la lectura patrística o hagiográfica de un santo, es sólo para información y en la celebración no se debe leer.
- En las fiestas y en las solemnidades se proclaman las antífonas correspondientes a la celebración y los salmos y el cántico correspondientes al domingo de la primera semana
- En la memoria obligatoria se toma la antífona del salmo introductorio correspondiente a la celebración, lo mismo que el himno y luego se continúa a partir de la lectura breve. En las vísperas se proclama lo que está indicado para las segundas vísperas propias de la celebración.
- En la comunidad las conmemoraciones de la Santísima Virgen se han de celebrar como memoria obligatoria sino está considerada como solemnidad o festivo en la celebración litúrgica del día según el caso para destacar esta celebración como homenaje a la Reina del cielo.
- El día del aniversario de Fundación de la comunidad ha de proclamarse el Oficio de fiesta del común de la Santísima Virgen, (mañana y tarde)
- Los cantos marianos solo se emplean al final de la celebración eucarística. Se debe cantar únicamente de entrada y salida los sábados cuando es la celebración de Santa María en sábado y en las fiestas de la Santísima Virgen.
CENTRALIDAD DE LA EUCARISTÍA
En la celebración de Eucarística de los discípulos de Emaús fue que ellos, “reconocieron a Cristo resucitado en la fracción del pan” (Lc. 24-35). Cristo ha Resucitado y vive para siempre, pero todas las presencias de Cristo entre nosotros tiene su culminación y su expresión máxima en el misterio de la Eucaristía, sacramento por excelencia del encuentro con Cristo RESUCITADO. La Eucaristía es el “banquete pascual”, al que Cristo invita. Él es quien preside, quien “explica las escrituras y parte para nosotros el pan”, el que se hace “pan de vida” y “vino de salvación” para entrar en comunión de amor con nosotros, sus discípulos… En la Eucaristía nos encontramos y recibimos al Señor que vive en los hermanos y al “cuerpo de Cristo” que son los hermanos.
